“Es sumamente desatinado buscar afectar a turistas por intereses propios”, afirmó David Ortiz Mena, presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, al condenar enérgicamente el bloqueo de carreteras vivido ya en tres ocasiones en el estado, por integrantes del Sindicato de Taxistas.
El representante de este sector empresarial señaló que estas acciones provocaron la cancelación de varios grupos de turistas. Sin embargo, eso es solo lo medible, pues “hay un impacto mayor, que no podemos cuantificar, que es el daño que se le hace a la imagen del destino. Esto va más allá de unas horas o de una tarde; esto merma la confianza de los visitantes en venir o regresar al destino”.
David Ortiz Mena lamentó que los taxistas no tengan una mayor conciencia de las consecuencias de sus actos, pues al lastimar al turismo, también se golpean en su propia economía.
“Es inadmisible y no debemos de tolerar que se afecte a los visitantes de esta forma; confiamos en que las autoridades harán todo lo posible para evitar que sucesos como estos vuelvan a ocurrir, porque la economía de Quintana Roo depende en gran parte de nuestros visitantes, y no podemos estar afectando a lo más, por lo menos”, enfatizó el presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum.
Para colmo, mientras ocurría esta “caravana”, que más bien era un bloqueo, en Tulum, en el aeropuerto de Cancún, se causaban actos de molestia a vehículos particulares, de manera arbitraria por considerarlos UBER.
“Las escenas vistas en el aeropuerto de Cancún, de violencia, trascienden en la imagen que tenemos como destino, nos afecta a todos”, reiteró. “Nos preguntamos por qué el verano no fue como esperábamos. Aquí hay un ejemplo de lo que no hay que hacer”.
COBROS ADUANALES
Por otra parte, David Ortiz Mena consideró como “increíble” que, mientras el gobierno estatal e iniciativa privada hacen grandes esfuerzos de promoción y por captar más turismo, la Dirección de Aduanas esté cobrando tarifas sorpresivas a quienes llegan con más de un dispositivo electrónico, como laptop o tableta, en el Aeropuerto Internacional de Cancún.
“A partir del COVID, es una tendencia mundial que la gente opte por trabajar a distancia, lo que abre un nicho de turismo de más largo plazo, pero de forma sorpresiva, le cobran a un turista si ingresa más de un objeto electrónico”, señaló.
El impacto aquí no solo es el alto cobro, de 190 dólares o más, según testimonios, sino la sorpresa, el tiempo perdido y la amenaza, pues si no pagan en el momento lo exigido, pierden su equipo.
“Si buscamos ser una potencia turística, seamos congruentes; esta práctica no es usual y, sí, lastima nuestra imagen”.
“Tocará revisar esta situación y la ley para evitar este tipo de afectaciones. En redes sociales ya hay todo tipo de comentarios”, concluyó, añadiendo que buscarán corregir esto y aminorar las experiencias negativas que pudieran tener nuestros visitantes.