Por Luis García
PLAYA DEL CARMEN.- Pareciera imposible que Playa del Carmen, apenas hace unas tres décadas aun era una tranquila Villa de Pescadores que aun no era siquiera un municipio.
Y es que se antoja difícil de creer pues, de ese entonces para acá, se logró consolidar como el octavo municipio de Quintana Roo, Solidaridad y sobre todo, casi en un abrir y cerrar de ojos, en uno de los más importantes destinos vacacionales del Caribe, preferido por visitantes de todo el mundo.
Algunos que vinieron de otros estados, buscando el sueño Caribeño en esta tierra paradisiaca, recuerdan aquellos entonces cuando las calles eran de tierra, la quinta avenida no existía, como hoy se conoce y los que llegaban traían dinero para gastar, la gran mayoría, extranjeros de origen europeo que venían buscando un concepto para vacacionar alejado de los enormes edificios a la orilla de la playa como los tenía Cancún y Playa del Carmen se convirtió, en este sentido, en la opción predilecta de este turismo de alto poder adquisitivo.
De acuerdo con el presidente de la asociación de Turismo Náutico Playa del Carmen, Miguel Ángel Ramírez Lara, el boom del destino en aquel entonces lo convirtió en la tierra de oportunidades por excelencia.
Sin embargo, al detonarse la actividad turística también hubo quienes opusieron resistencia en un principio, pues se temía que con la avasalladora y millonaria inversión del sector hotelero, quedarían rezagados los que picaron piedra desde un principio trabajando antes y después del vertiginoso éxito turístico que se registró en Playa del Carmen.
No obstante la bonanza y la oportunidad del sueño caribeño en Playa del Carmen, de igual manera la actividad primaria, la que dio origen a este destino vacacional ahora de talla mundial, la pesca, empezó a quedar rezagada pues además de que pescadores se mudaron a prestar servicios turísticos, las autoridades han mantenido una serie de trabazones burocráticas para los permisos de pesca que han frenado el desarrollo pesquero en la región.
De acuerdo con José Gómez Burgos, secretario de la cooperativa pesquera Xaman Ha, este tipo de trabas en los permisos para la pesca inhiben la oportunidad para que los jóvenes familiares de pescadores puedan seguir con este noble oficio, pues de que hay interés de las nuevas generaciones, hay interés.
Por último, ambos entrevistados coincidieron en que si bien este desarrollo en los servicios turísticos trajo un beneficio a los trabajadores del mar que vieron nacer Playa del Carmen y han sido testigos de este impresionante crecimiento por encima de la media nacional, también lo es que la infraestructura portuaria ha sido completamente superada y lo poco que se ha hecho no sirve para detonar aun más tanto las actividades turísticas como las pesqueras.
Aun así y pese a todo, a punto de terminar el 2021, segundo año de la pandemia, se ha puesto otra vez en evidencia la bonanza y la generosidad de esta tierra en la que pocos han nacido pero de la que todos se enamoran y muchos se quedan, a ser parte de este crecimiento que no cesa sino que agiganta sus pasos y sigue recibiendo a quienes buscan mejor vida soñando el sueño del caribe mexicano
