Por René Guadarrama
PLAYA DEL CARMEN.- Tal cual ha sido mencionado por diversos especialistas, el nuevo trazo del Tren Maya requiere de estudios precisos y manifestaciones de impacto ambiental, para evitar una afectación fatal en acuíferos, selva virgen, así como desplazamientos y relaciones básicas de la fauna silvestre, subrayó Mario Buil, miembro de la Alianza Nacional de Conservación del Jaguar.
Comentó que en los primeros encuentros con la administración anterior de Fonatur con relación al primer trazo sobre la carretera federal, se tenían programados 300 pasos de fauna, pero con otro contexto del proyecto, sin embargo, al interior de la selva -como se pretende ahora- es casi seguro que los embates sean graves en diversos ecosistemas.
El también Presidente del Comité de Protección y Conservación del Jaguar en Solidaridad por parte de la Profepa, destacó el jaguar, se requiere de una gran extensión de reserva natural que abrace al menos 300 mil hectáreas, dado que el ejemplar está catalogado en peligro de extinción desde los años ochenta y, es una especie que requiere de desplazamientos con grandes distancias de acuerdo a su comportamiento natural.
Mario Buil, insistió que los estudios de impacto ambiental son básicos para cualquier infraestructura de tal envergadura para sobretodo garantizar un desempeño lo más natural posible en pro de diferentes especies vegetales y animales, debido a que cualquier perdida en los eslabones de la naturaleza en la selva, será fatal para las diversas actividades que se realizan en la entidad, fuera de la conservación y sustentabilidad.
