Las reuniones de fin de semana se han convertido en una oportunidad para degustar en familia o en parejas los buenos vinos y quesos de las regiones del país.
Son puntos de encuentro que permiten degustar con carnes frías y una buena charla.
Es puro placer para consentir el paladar en esas reuniones especiales que permitan olvidarse del estrés y todo el ajetreo provocado por el trabajo rutinario.
Por eso no hay que olvidar que los fines de semana son al pan pan y al vino vino.